El Don de la Diosa: La Redención

Muy buenas, lectores. ¿Cómo estáis? ¡Lu al teclado!

¡Primera reseña de 2019! Sentimos mucho teneros un poco abandonados, pero es que este primer mes del año está siendo caótico.

Hoy vengo con otra Lectura Conjunta (#LCLaRedención), esta vez de la mano de Onyx Editorial. Como habéis podido leer en el título, se trata de El Don de la Diosa: La Redención, de Arantxa Comes y publicado por esta editorial en noviembre de 2018. 

Desde que publicaron este libro, le tenía el ojo echado, pero no lo compré porque quise esperar a que estuviese la trilogía completa, más que nada porque las esperan me matan. Eso de quedarme con el hype un año... ¡Pues me ha pasado! Pero me estoy adelantando demasiado, ¡empecemos con la reseña*! *NOTA: Reseña larga. 👼

Título: El Don de la Diosa: La Redención

Autor: Arantxa Comes
Editorial: Onyx Editorial
Lanzamiento en español: noviembre 2018
Pág.: 524
Saga: Trilogía
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Un mundo amenazado por una Diosa. Una sociedad sometida y dividida por ideologías.

Una reina cruel dispuesta a todo por hacer prevalecer su poder.

Y dos hermanos separados por un sistema injusto.

Tristán busca a la Diosa para conseguir la redención de la humanidad. 

Amaranta pretende acabar con la tiranía del sistema político en el que viven los ciudadanos del país de Erain.

Dos aventuras llenas de peligros en las que el amor, el descubrimiento de la verdad y el encuentro con uno mismo serán cruciales para tratar de salvar a una humanidad condenada por su egoísmo.

No son los primeros en intentarlo, pero son la última esperanza.

Mi opinión

La historia se nos presenta desde dos perspectivas (dos narradores), que son Amaranta y Tristán y nos cuentan lo que les va pasando. La aventura sucede en Erain, una isla aislada del resto del mundo tras varias guerras mundiales. Los habitantes de esta tierra están divididos en facciones y según sus ideologías religiosas. Por un lado tenemos a la clase alta, los ígneos, cuyo distintivo es un brazalete rojo, que son aquellos que creen en el Dios de la Corona Ardiente (religión aceptada por la tiranía de la reina Matilde). Por otro lado, tenemos a los renegados, que son aquellos que creen en la Diosa (la que otorga la vida al planeta) y en sus milagros (tres fuentes naturales que ella otorgó y que han sido sobrexplotadas y que si se utilizan te hacen enfermar. Estas son agua, cristal y metal). Al contrario que los ígneos, los renegados no tienen ningún privilegio y son considerados casi una lacra.
A esta división, hay que sumarle aquellos que son neutrales, es decir, que no creen en ningún dios. Puedes sen neutrales sin vínculo, es decir, no apoyan a nadie; o pueden ser neutrales con vínculo, que son aquellos que apoyan a los ígneos.
Entre toda esta gente también están los expirantes: aquellas personas que han utilizado tanto los milagros de la Diosa y que están a punto de la muerte.

Una vez establecida esta división, vamos con los protas. (Admiremos la maravilla hecha ilustraciones de mano de Arilicious.)

Amaranta es mi amor platónico. Ya está.
Es broma. 

Amaranta es una ígnea con unas convicciones muy distintas a las que le tocaría dada su condición social. Ella no cree en ningún dios, cree en la ciencia. Además, está en contra de la división social que ha establecido la reina Matilde, dictadora y tirana de Erain. Aunque no le queda más remedio que vivir una farsa, en la que está prometida con Quildo (asqueroso) y sus padres son unos manipuladores, Amaranta nunca pierde la esperanza de hacer de Erain un mundo mejor.

Me encanta su radicalidad, su ímpetu y su fuerza. Es un personaje muy bien construido. Tiene unos ideales dignos de admirar en el que todos deben de ser iguales a ojos de los demás. Es luchadora hasta decir basta, un pilar para sus amigos y alguien muy necesario para acabar con la situación en la que está sumergida Erain.

Y hasta aquí puedo leer porque no quiero haceros un spoiler. #TeamAmaranta

Tristán. Aaaay, Tristán.
Este personaje es el hermano menor de Amaranta. Como ella, era un ígneo, hasta que un día comprendió que la sociedad no podía seguir viviendo con esas divisiones y se acogió a la creencia de la Diosa. Desde entonces, y con tan solo 14 años, fue expulsado de su casa y se convirtió en un renegado.
Al principio he de reconocer que el personaje no encajaba mucho conmigo, pero más que nada por mi personalidad, porque somos completamente opuestos, y sus capítulos se me hacían más pesados. Pero, igualmente, me he enamorado de este personaje y os voy a contar el motivo.
Es el protagonista masculino que hace falta en las distopías. La verdad es que estamos acostumbrados a que los protagonistas sean fuertes y guapos; el prototipo de héroe, vaya. Pero es tan necesario un personaje como Tristán, que no me cansaré de alabar a la autora. 

A simple vista, Tristán podría ser considerado como un personaje débil, pero todo lo contrario. Es de los más fuertes que he tenido el placer de leer. Es muy sensible, tanto que se deja llevar por sus sentimientos. Es un personaje masculino que llora. Por favor, dadme más de estos, que los hombres también lloran. Además, es un personaje esperanzador, que aunque a veces tenga miedo, nunca tira la toalla. Es optimista y el motor que mueve toda esta historia.

«¿Qué historia?», os preguntaréis. Pues la que os voy a contar.

Como ya he dicho, Erain es un caos absoluto en el que los más fuertes se imponen sobre los débiles y se aprovechan de ellos hasta el punto de casi matarlos. Pues ni Amaranta ni Tristán, ambos por separado porque no se hablan, van a permitir que esto siga así. Tristán tiene que buscar a la Diosa y pedirle la redención de la humanidad. Amaranta tiene métodos más radicales, pero no va a permitir que su hermano se embarque en una misión que le garantizará la muerte, o eso cree ella. Así que Amaranta fastidiará a Tristán, Tristán no sabrá qué pensar de su hermana y le pasarán mil cosas para las que no estaba preparado. Y, al final... No os lo voy a contar. Si queréis saber qué pasa con estos dos hermanos y con sus muy distintas aventuras pero con un mismo objetivo, leed el libro.

Lo que sí os voy a decir del final es que es abierto (obvio porque es una trilogía). Pero MUY abierto. Pasan un montón de cosas y cuando se acaban las páginas te quedas como WTF? y con la necesidad de saber qué pasa con los personajes.

El worldbuiling es una maravilla. Todo está pensado y atado al milímetro: la religión, la economía, la sociedad, la política. TODO. La autora te va dando pistas en su justa medida para que vayas descubriendo cómo es ese mundo tan rico, pero sin llegar a saturarte.

A modo de colofón, esta novela me ha gustado bastante. Es entretenida y, aunque los primeros capítulos de Tristán me costaron más, no se hace pesada.

Novela totalmente recomendada, así que vamos con la puntuación...

¡Cuatro fresitas de cinco!

Por último, y antes de despedirme, me gustaría darle las gracias a Onyx Editorial, por la organización de la Lectura Conjunta y por facilitarme el ejemplar en formato ebook. Ha sido un placer disfrutar de las aventuras de Amaranta y Tristán y espero saber cómo continúan sus historias..

Quienes hayáis leído el libro, ¿qué os ha parecido? ¿Os ha gustado?

¡Nos leemos pronto!